Te adjunto la Carta pastoral semanal del Obispo de Córdoba, Monseñor Demetrio Fernández
(28 de mayo de 2015), señalo algunos detalles porque creo que vale la pena tenerla muy en cuenta, porque es muy interesante...

Está abierto el plazo para la matriculación en los
cursos de primaria y secundaria, donde se pide la participación en la clase de
Religión católica en la escuela. Atentos los padres de familia, atentos los
alumnos para no dejar pasar el plazo, y renovar una vez más el compromiso de
apuntarse a Religión. La clase de Religión te enseña a ser mejor discípulo de
Jesús, a conocer tu historia religiosa, a comprometerte en la vivencia de una
auténtica vida cristiana, a ser solidario con el amor de Cristo con todos los
desfavorecidos de la tierra. Si eres católico, apúntate a clase de Religión
católica. Si haces la primera comunión, si acudes a confirmarte, sería una
incoherencia no apuntarte a Religión católica en tu escuela.
Es
asombroso el alto porcentaje de padres y de alumnos que solicitan la clase de
Religión en la diócesis de Córdoba, tanto en los centros públicos como en los
concertados. Es como un referéndum, que año tras año revalida esta elección,
con la que está cayendo. Contrasta este altísimo porcentaje de peticiones con la
cantidad de pegas que encuentran los padres y los profesores para cumplir este
sagrado deber, que es un derecho reconocido en la legalidad vigente, en la
Constitución española y en las leyes. A veces, podíamos pensar que se intenta
por todos los medios eliminar esta asignatura, porque no se favorece, sino que
se obstaculiza lo más posible. A pesar de todo, los padres siguen pidiendo
Religión católica para sus hijos en un altísimo porcentaje: más del 90 % en
primaria y más del 70 % en secundaria.
En
mis visitas pastorales, no dejo de acudir a la escuela, y me reciben con gran
alegría los alumnos. Agradezco la buena acogida, salvo rarísimas excepciones,
por parte del equipo directivo, el consejo escolar, los padres y los alumnos.
Se trata de un verdadero acontecimiento pedagógico del Centro, en el que la
inmensa mayoría de alumnos son católicos y alumnos de Religión católica. Ellos
lo demandan, no se lo impidamos.
Tener
clase de Religión católica en la escuela no es ningún privilegio de los
católicos. Es sencillamente el reconocimiento de un derecho a la libertad
religiosa, que incluye la libertad de enseñanza, y asiste a los padres al
elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos. Porque la
responsabilidad de la educación corresponde en primer lugar a los padres.
Elegir la clase de Religión para los hijos es el ejercicio de un derecho, no es
un privilegio. Y al elegir la clase de Religión católica, los padres y los
alumnos tienen derecho a ser respetados en este ideario, no sólo en esta clase
sino en todas las demás, no enseñando nada que pueda herir la sensibilidad
católica del alumno, que se está formando. Y esos mismos alumnos, que han
elegido libremente la Religión como asignatura, tienen derecho a que el Obispo
los visite. El Obispo, por tanto, visita las aulas no invocando un privilegio
del pasado que hay que superar, sino como un derecho de los niños y jóvenes de
hoy. Los derechos de los niños deben ser respetados por todos.
Un
Estado aconfesional no significa un Estado que ignora la Religión, y menos aún
un Estado que la persigue o pretende eliminarla. El Estado aconfesional no
tiene como oficial ninguna religión, pero respeta todas dentro de una legalidad
de convivencia, e incluso contribuye a su pervivencia. En España más de un 90 %
de ciudadanos se confiesan católicos. La presencia de la Religión en la escuela
no hace daño a nadie, y beneficia a todos los que la eligen.
Es
momento, por tanto, de estar atentos, queridos padres. No se os olvide hacer
constar esta petición en vuestro centro de enseñanza. Apoyad a los profesores
de Religión. Es por el bien de vuestros hijos, que son también hijos de la
Iglesia católica. Jóvenes, apuntaos a la clase de Religión. En ella aprendes
muchas cosas de tu religión católica, que te ayudan a conocer y a formarte como
católico. Defiende tus derechos. Si vas siendo responsable, date cuenta de que
ser católico no es cosa de nombre, sino de verdad.
Profesores
de Religión, os agradezco vuestra dedicación a esta tarea. Conozco vuestras
dificultades y cómo os abrís camino en medio de ellas. Apelo a vuestra
conciencia de católicos militantes y confesantes en medio de una sociedad que
mira de lado la religión o que la desprecia. Os animo a ser testigos con
vuestra vida, con vuestra profesionalidad y vuestra competencia ante estos
niños y jóvenes que se os confían. La Iglesia y los padres de estos niños os lo
agradecemos.
Con
mi afecto y bendición:
+
Demetrio Fernández, obispo de Córdoba.
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