9 de noviembre de 2015

La gran solución: ¡Prohibir la Religión en las escuelas!


Estimado señor Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español:

Me dirijo a usted para ponerle en conocimiento mi asombro al leer ciertos artículos en los diversos periódicos sobre la asignatura de Religión y el futuro laboral de los profesores que ejercemos dicha profesión.

Usted habla, en todos los debates y entrevistas, de los derechos de los ciudadanos, de su libertad, del respeto,…; y yo me pregunto: ¿dónde quedan reflejados estos principios para nuestro colectivo?

Cuando leía los artículos mencionados anteriormente, no salía de mi asombro porque no considero justo que una asignatura tan importante como esta pretendan dejarla fuera. No es una asignatura obligatoria sino opcional, si uno no quiere cursarla no tienen por qué hacerlo; pero los que sí la queremos, ¿qué derechos tenemos?

Usted confunde la asignatura de Religión con la Religión que nos ofertan en la Iglesia; es parecida, pero no es igual: la Religión-Iglesia es doctrina, pero la Religión como asignatura es algo más, es valores, cultura…

Le hablo ya no sólo como profesora de Religión sino como madre de familia. Cuando se implantó la asignatura de Religión en las escuelas se implantó, a su vez, una alternativa para los que no están a favor de cursarla; y ahora yo me vuelvo a preguntar: ¿dónde está nuestro derecho a elegir? ¿Por qué queriendo yo religión para mis hijos no puedo ofertársela cuando los que no la quieren si tienen derecho a decidir?

Uno de sus objetivos principales, si llega a ser presidente del Gobierno, es luchar contra el paro; es paradójico: usted lucha contra el paro creando más paro. ¿Cómo se entiende esto? Y ¿cómo se entiende que compañeros suyos, de orientación socialista, lleven a sus hijos a colegios privados donde la Religión es obligatoria?

Creo, sinceramente, que debería usted ocuparse de otras prioridades que tienen más urgencia que quitar la Religión de las escuelas, y dejarnos vivir como hasta ahora, cada uno con su elección; porque, hasta este momento, nunca se había planteado el tener o no Religión en los colegios y nunca hubo manifestaciones en contra de ello. Por lo que deduzco que, más que un objetivo de partido político, es más un objetivo personal. Yo no sé lo que le habrá hecho la Religión a usted, pero sí sé de sus beneficios para aquellos que la queremos en nuestras escuelas.

¡Qué inteligente cabeza! Los presupuestos, a la mierda, el paro, la violencia… La gran solución: ¡Prohibir la Religión en las escuelas!