9 de febrero de 2012

Jesús es como el Puente de Rojales.

Cuando me preguntáis en clase el porqué de los dibujos del blog, os explico que Jesús es el Máximo Pontífice entre Dios y nosotros.

Seguramente vengo utilizando ese mismo ejemplo desde que empecé "con esto de las clases de religión", para que los alumnos lo entendieran. Para ello, dibujo, año tras año, dos orillas y un gran precipicio. Dios está en un lado y en el otro Dios creó a la humanidad y para que las critaturas pudieran relacionarse con el Creador, puso un puente, así podían pasar de un lado al otro.  Como el puente de Rojales, que une las dos partes y así todos pudieran relacionarse.
Pero llegó un momento en que los hombres y las mujeres pensaron que no necesitaban el puente y lo rompieron, quedando aislados, sin poder relacionarse con su Creador. Éste quería reconstruir el puente, pero como respetaba la libertad del hombre,  quería que alguien de allí, diera su visto bueno, así que tenía que venir un "ingeniero" de los dos lados y construyera un nuevo y definitivo puente que jamás nadie pudiera romperlo.

 Al llegar Jesús, con sus dos naturalezas, divina y humana, Hijo de Dios e hijo de María, al ofrecerse en la cruz, al abrir sus brazos entre Dios y los hombres construyó un nuevo puente que jamás nadie lo podría destrozar.  Ese puente se lo reconstruyó nuestro Salvador Jesucristo, es mismo que celebramos que nace en Navidad, el mismo que celebramos que ofrece su sacrificio en Semana Santa, el mismo que Dios premió su obediencia resucitándolo y está presente y vivo en los sacramentos y nos lo encontramos especialmente en la Eucaristía todos los domingos... Por eso nuestro empeño en que vayas a misa los domingos. Porque es una fiesta grande lo que allí celebramos.

Te animo a que veas este video, que también ilustra esta hermosa metáfora del puente, del Hijo que da la vida por la humanidad...

7 de febrero de 2012

Esto no es una buena noticia.

Europa ya dejó de ser el continente cristiano

Un tercio de la población que hay en el mundo es cristiana: 2.180 millones de personas. En los últimos cien años los cristianos se habían multiplicado por cuatro, un crecimiento similar al de la población mundial.

En 1910 el 66,3 % de los cristianos vivían en Europa, y sin embargo hoy el 38% de los cristianos viven en el continente americano. Europa ha pasado a tener el 26% de los cristianos de todo el mundo.
 
Los aumentos más significativos se dan en África, donde vive ya casi una cuarta parte de la población cristiana del mundo. Hace cien años sólo el 9% de la población africana era cristiana, hoy son el 23%.

Si no crecen las vocaciones sacerdotales, los europeos, pronto nos tendremos que acostumbrar a empezar a ver sacerdotes que no son de nuestra tierra, ellos nos ofrecerán los sacramentos: bautizarán a nuestros hijos, perdonarán nuestros pecados, celebrarán la misa, nos casarán y llegado el momento, ellos nos enterrarán...  

En la foto, aparezco con mi hijo y con el sacerdote D. Benjamín Tiecourá, en la sacristía de la Parroquia de San Andrés de Almoradi, él es natural de Costa de Marfil, ha estado algunos años en nuestra diócesis de Orihuela-Alicante. Ha vuelto a su país originario, y en el verano suele venir a compartir con nosotros parte de su mucha experiencia sacerdotal. 

También crece el número de los cristianos en Asia, su peso en la población se triplicó en un siglo hasta llegar al 13%, a pesar de las persecuciones y los ataques a sus pastores y a sus iglesias. 

Sin ir más lejos, en España, podemos ver la persecución a la Iglesia Católica por parte de políticos, que en lugar de preocuparse por los verdaderos problemas, lo que a la gente le interesa y le ayudaría a salir de la crisis, y se preocupan para revisar el concordato de los acuerdos del Estado Español con la Santa Sede... ¡ Sin palabras !, que miren los locales de Cáritas y las casas de caridad para que se fijen quién está haciendo una verdadera política social. Vergonzoso. Lo suyo es predicar y lo nuestro es dar trigo...

Pidamos al Señor que nos de fortaleza para ser cristianos de verdad, y demos testimonio de nuestra fe en casa, en el instituto, en la calle y donde tengamos que estar.