17 de noviembre de 2012

El Papa invita a los jóvenes a ser misioneros en Internet



¡Qué invitación tan hermosa ha hecho el Papa Benedicto XVI!.
Pronto un grupo de alumnos del IES la Encantá, tendrá la oportunidad de encontrarse con él en la Audiencia General del  20 de Marzo de 2013, como otras veces hemos visitado, y tendremos oportunidad de ver las personas que desde tantas partes del mundo solicitan su presencia, sus rectos consejos y su sabio mandato sobre la Iglesia Universal.
Germán Filiu Sánchez
En la Audiencia del pasado miércoles 14 de noviembre, el Papa Benedicto XVI, con una visión abierta y optimista, recordando la de los primeros cristianos, nos ha invitado a los jóvenes del mundo entero a ser los nuevos "misioneros" en el "continente digital" de Internet y a comportarse como adultos en la transmisión del Evangelio.
Su bellísimo mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro del 23 al 28 de julio del 2013 arranca con el recuerdo de la de Madrid 2011 y presenta como ejemplos a dos santos españoles: José de Anchieta, que "puso rumbo a Brasil cuando tenía menos de veinte años y se convirtió en un gran apóstol del Nuevo Mundo", y Francisco Javier, quien llevo la fe cristiana a cientos de miles de personas en Extremo Oriente.
El Papa llama a los jóvenes católicos a ser "los primeros misioneros entre los jóvenes" aprovechando las "posibilidades inauditas" que ofrecen ahora Internet y la globalización. En ese contexto, el Santo Padre les invita a aprovechar tanto los viajes como la presencia de jóvenes de otros países en la propia ciudad, explicando el mensaje de Jesucristo y proponiendo el bautismo a quien no lo haya recibido.
Benedicto XVI recuerda que "el anuncio de Jesucristo no consiste sólo en palabras sino que debe implicar toda la vida y traducirse en gestos de amor", con ayuda práctica y tangible siguiendo el ejemplo del Buen Samaritano. Les recuerda también la importancia de la espiritualidad y la oración pues "para poder hablar de Dios, primero tenemos que hablar con Dios". Propone acudir con frecuencia a la confesión individual, sacramento del perdón, y a estudiar bien el YouCat para poder exponer claramente la fe.
Papa Benedicto XVI
El Papa agradece el trabajo de los misioneros y también el de "los fieles laicos que, allí donde se encuentran, en familia o en el trabajo, se esmeran en vivir su vida cotidiana como una misión".
El mensaje, contemporáneo y optimista, concluye invocando a Nuestra Señora de Aparecida y Nuestra Señora de Guadalupe, las dos principales advocaciones marianas en el Nuevo Mundo para que sea muy fructífero el camino espiritual hacia la cita del próximo verano en Rio de Janeiro, la primera JMJ de la Nueva Evangelización.
Algunos, muchos, asistimos a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, y sabemos la inyección de adrenalina, de fe y de entusiasmo que significó su visita. Vayamos, pues, calentando los motores para, si al menos no podemos asitir, no nos perdamos nada de lo mucho que se produzca en internet, Tv o prensa.
Que así sea.

5 de noviembre de 2012

¡Nosotros no esparcimos las cenizas de nuestros difuntos!


Cuántas veces hemos dicho en clase que la Iglesia no permite esparcir las cenizas de nuestros difuntos!. Nosotros, a lo largo del curso, creo que repetimos muchas veces la idea de respetar y cuidar nuestras tradiciones cristianas, como es el caso del día de todos los santos, el día de los fieles difuntos y muchas más tradiciones riquísimas que tenemos y que están dejándose de practicar porque ni sabemos, ni preguntamos lo que significa.

Efectivamente, así nos lo dice el magisterio de la Iglesia y así se nos recuerda constantemente. Por la "comunión de los santos" la Iglesia del cielo, del purgatorio y de la tierra constituimos una familia y que por ello vivimos en la esperanza de la vida eterna y de la resurrección. El día de Todos los Santos, así nos lo ha recordado Mons. Reig Pla, obispo de Alcalá-Henares, que a pesar de la distorsión que se pretende desde otros ámbitos, no es un día de luto y tristeza, sino una fiesta de alegría y de esperanza; Cristo, con su muerte y resurrección, nos ha abierto las puertas del cielo.



Mons. Reig explicó que el cementerio no quiere decir lugar de la muerte, sino que "la palabra cementerio quiere decir lugar de dormición".

La Iglesia exhorta a los fieles a guardar las tradiciones cristianas respecto al momento de la muerte y las exequias. "Enterrar a los muertos es una obra de misericordia". Aconseja vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos; Se nos recuerda que "los católicos no esparcimos las cenizas de nuestros difuntos", sino que damos cristiana sepultura en lugar sagrado a los restos de nuestros difuntos, también a las cenizas, cuando, con las precisas condiciones señaladas por la Iglesia, se procede a la incineración.

Todo esto no es de nuestra invención o empeño personal sino que nos lo señalan los documentos de la Santa Iglesia, tales comoel canon 1176 del Código de Derecho Canónico; también lo podemos ver en el Ritual de Exequias y Praenotanda, nn. 18-19; en la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, en el Directorio sobre la piedad popular y la liturgia. Principios y orientaciones, nº 254, 2002. Repito no es un capricho nuestro, sino que nuestros cuerpos han sido templos del Espíritu Santo y no podemos dejar de honrar a nuestros difuntos.

¡Ala, pues en la parte que nos corresponda, el que tuviera intención de ser arrojado al mar, que lo haga en vida y disfrute del chapuzón, solo o en compañía, y el que pensaba que lo arrojasen en la montaña, que antes de morir se lleve un bocata y disfrute del entorno y de la las vistas!

¡Que aproveche!.